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Misión Sucre
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Misión Sucre nace del Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, y es denominado “Misión Sucre”, siendo una iniciativa del Estado Venezolano y del Gobierno Bolivariano, creado mediante Decreto Presidencial N° 2.601, del 08 de Septiembre de 2003. La Misión Sucre representa un plan nacional de acceso a la educación universitaria que surge como iniciativa de carácter estratégico por cuanto pretende ser:
Una alternativa de educación universitaria de vanguardia y con pertinencia social, orientada a la transformación, difusión y aprovechamiento creativo de los saberes y haceres.
Un espacio para la participación y el ejercicio de la ciudadanía. Una estrategia que promueve el desarrollo local, regional y nacional.
Una práctica educativa innovadora que ofrece diversas oportunidades y modalidades de estudio que favorecen el desarrollo de habilidades, destrezas y actitudes orientadas a la construcción de una sociedad democrática y participativa.
Índice
1 Objetivos
2 Historia
3 Software Libre en Misión Sucre
4 Véase también
5 Enlaces externos
Objetivos[editar]
La Misión Sucre tiene por finalidad facilitar el acceso y la prosecución de la educación universitaria pública, permanente, integral, gratuita y en igualdad de oportunidades de todas las y los bachilleres que así lo demanden, con el propósito de incrementar el nivel educativo de la población venezolana y formar ciudadanos (as) comprometidos con el desarrollo del país, a través del establecimiento de nuevos modelos educativos universitarios sustentados en la sinergia institucional y la participación comunitaria, con base en los imperativos de la democracia corresponsable, participativa y protagónica.
Historia[editar]
En las últimas décadas del siglo XX, el Estado venezolano fue reduciendo progresivamente sus responsabilidades en materia educativa y específicamente en lo que se refiere al nivel de educación superior. De hecho, la inversión realizada en educación universitaria en Venezuela desde 1989 hasta 1998, evidenció una tendencia descendente, afectada por la propensión a realizar recortes presupuestarios en todos los sectores del ámbito social y, en especial, como una estrategia para construir la viabilidad del proyecto de privatización de la educación superior.
Esto trajo como consecuencia una amplia deuda social acumulada, pues la matrícula universitaria sufrió un estancamiento, favoreciendo la exclusión de los estudiantes provenientes de los sectores más pobres. Diversos estudios concuerdan en afirmar que el ingreso a la educación superior favoreció a los sectores con mayores ingresos, a la población de las grandes ciudades y a los estudiantes provenientes de planteles privados. A la par de este fenómeno, la educación superior de gestión oficial disminuyó sensiblemente su participación en favor de la educación de gestión privada.
Desde 1999, el Gobierno Nacional ha dedicado esfuerzos a fortalecer todo el sistema educativo venezolano, para lo cual ha sido indispensable rescatar la iniciativa del Estado como garante de oportunidades educativas de calidad para todos.
Con respecto al acceso a la educación superior, el Gobierno Nacional ha logrado la expansión de la matrícula de los Institutos y Colegios Universitarios y en buena parte de las Universidades Nacionales Experimentales, en una labor conjunta con las autoridades y las comunidades de estas instituciones
Además, desde 1999 se han creado nuevas universidades, a saber: la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy (creada por decreto en el gobierno de Rafael Caldera y abierta en la gestión del presidente Chávez); la Universidad Marítima del Caribe; la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana (UNEFA); la Universidad Nacional Experimental del Sur del Lago; la Universidad Deportiva del Sur (creada como Universidad Iberoamericana del Deporte en 2006 por Hugo Chávez, cambiando su nombre el 23 de julio de 2010 fecha de la primera promoción y convirtiéndose en la primera universidad del deporte en Venezuela) y la Universidad Bolivariana de Venezuela. Igualmente, se han creado cuatro nuevos Institutos Universitarios de Tecnología, como son: el IUT del Estado Bolívar, el IUT del Estado Apure, el IUT del Estado Barinas y el IUT en la Fría, Estado Táchira
Estas instituciones dan nuevas oportunidades de estudio para el gran número de bachilleres que regresan de la educación media, y además responden a la necesidad de transformar el sistema de educación superior, en términos de cobertura geográfica, en función de la construcción del Equilibrio Territorial diseñado en los lineamientos del Plan Económico y Social de Desarrollo.
Software Libre en Misión Sucre[editar]
Misión Sucre imparte el Programa Nacional de Formación de Sistemas e Informática (PNFSI) cuyo perfil del egresado dice textualmente: "Se espera que el nuevo profesional en Sistemas e Informática, asuma la responsabilidad de inducir cambios en las tecnologías de la información y la comunicación, haciendo uso del software libre para disminuir la dependencia tecnológica"
Véase también[editar]
Misiones Bolivarianas
Enlaces externos[editar]
Página oficial de Misión Sucre
Blog del Colectivo TeleTriunfador
Página oficial de Misión Sucre del Municipio Chaguaramas Edo. Guárico
Página oficial de la Contraloría Estudiantil Misión Sucre Carabobo
Sitio no oficial Estudiantil de Sistemas e Informática de Misión Sucre del Estado Táchira'
Sitio oficial Estudiantil de Aldea "Carlos Tovar" nocturno, San Carlos Edo. Cojedes'
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Categorías:
Misiones bolivarianas
Educación en Venezuela
Epónimos de Antonio José de Sucre
¿Que es la Misión Sucre?
El Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, acortado Misión Sucre es una estrategia del gobierno venezolano presidido por Hugo Chávez, creado en 2003 y con actual continuidad para formar profesionales universitarios en tres años en lugar de los cinco preestablecidos. En esta Misión se dejan de lado algunos temas, como los idiomas, con el fin de que los alumnos salgan en el tiempo estipulado.
Desarrollo de la misión
La Misión Sucre nace para romper, por la vía de la Educación Superior, estos círculos de exclusión. Su objetivo es incorporar a la universidad, a todos los bachilleres que quieren estudiar, cumpliendo con el derecho a la educación, contenido en el capítulo VI (De los Derechos Culturales y Educativos) de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Los bachilleres que deseen estudiar una carrera universitaria, no tendrán más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. La Misión Sucre es probablemente, la tarea más trascendente en materia de Educación Superior que se ha llevado a cabo en el país. Ésta se realiza ofreciendo elevados estándares de calidad técnica que se vinculan con el compromiso y la solidaridad.
El 21 de septiembre del 2003 se realiza un censo en todas las plazas Bolívar del país, el cual arroja la cifra de 470 mil estudiantes excluidos de la educación superior. En el censo, participaron el Comando Táctico Universitario, Federación Bolivariana de Estudiantes, Frente Francisco de Miranda, Instituto Nacional de la Juventud, Alcaldía de Caracas y todas las alcaldías que apoyan el proceso de cambio que vive la nación.
l Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, denominado “Misión Sucre”, tiene por objeto potenciar la sinergia institucional y la participación comunitaria, para garantizar el acceso a la educación universitaria a todos los bachilleres sin cupo y transformar su condición de excluidos del subsistema de educación superior.
En la Misión Sucre se conjuga una visión de justicia social, con el carácter estratégico de la educación superior para el desarrollo humano integral sustentable, la soberanía nacional y la construcción de una sociedad democrática y participativa, para lo cual es indispensable garantizar la participación de la sociedad en la generación, transformación, difusión y aprovechamiento creativo de los saberes y haceres.
La Misión Sucre, un programa de inclusión del Ministerio de Educación Superior que fue creado mediante Decreto Presidencial Número 2601, del 8 de septiembre del 2003; se propone municipalizar la educación superior, orientarla hacia las regiones, las localidades, tomando como punto de referencia la cultura específica de las poblaciones con sus necesidades, problemas, acervos, exigencias y potencialidades.
El plan educativo se concibe como un proceso de movilización social dirigido a garantizar la participación de todos y todas en la cultura y el conocimiento, a construir ciudadanía, generar comunidades de conocimiento, espacios flexibles y accesibles para el aprendizaje permanente.
Los bachilleres que deseen estudiar una carrera universitaria, no tendrán más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. La Misión Sucre es probablemente, la tarea más trascendente en materia de Educación Superior que se ha llevado a cabo en el país. Ésta se realiza ofreciendo elevados estándares de calidad técnica que se vinculan con el compromiso y la solidaridad.
El 21 de septiembre del 2003 se realiza un censo en todas las plazas Bolívar del país, el cual arroja la cifra de 470 mil estudiantes excluidos de la educación superior. En el censo, participaron el Comando Táctico Universitario, Federación Bolivariana de Estudiantes, Frente Francisco de Miranda, Instituto Nacional de la Juventud, Alcaldía de Caracas y todas las alcaldías que apoyan el proceso de cambio que vive la nación.
l Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, denominado “Misión Sucre”, tiene por objeto potenciar la sinergia institucional y la participación comunitaria, para garantizar el acceso a la educación universitaria a todos los bachilleres sin cupo y transformar su condición de excluidos del subsistema de educación superior.
En la Misión Sucre se conjuga una visión de justicia social, con el carácter estratégico de la educación superior para el desarrollo humano integral sustentable, la soberanía nacional y la construcción de una sociedad democrática y participativa, para lo cual es indispensable garantizar la participación de la sociedad en la generación, transformación, difusión y aprovechamiento creativo de los saberes y haceres.
La Misión Sucre, un programa de inclusión del Ministerio de Educación Superior que fue creado mediante Decreto Presidencial Número 2601, del 8 de septiembre del 2003; se propone municipalizar la educación superior, orientarla hacia las regiones, las localidades, tomando como punto de referencia la cultura específica de las poblaciones con sus necesidades, problemas, acervos, exigencias y potencialidades.
El plan educativo se concibe como un proceso de movilización social dirigido a garantizar la participación de todos y todas en la cultura y el conocimiento, a construir ciudadanía, generar comunidades de conocimiento, espacios flexibles y accesibles para el aprendizaje permanente.
Objetivos
El programa de inclusión, busca facilitar la incorporación y prosecución de estudios en la educación superior de todos los bachilleres, en concordancia con los postulados de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Además, se plantea garantizar el acceso a los nuevos bachilleres que egresen de la Misión Ribas; promover la reflexión, discusión, concepción e implantación de un nuevo modelo educativo universitario y formar los ciudadanos profesionales requeridos para el desarrollo en los términos de la Carta Magna.
Entre los planes para lograr la incorporación definitiva a la educación superior se encuentra, la cuantificación y caracterización de la población de bachilleres que no han podido estudiar en la universidad.
Por otro lado, el diseño e implantación del Programa de Iniciación Universitaria (PIU) que favorece el tránsito de los bachilleres a la educación superior. El aumento de la matrícula en las instituciones universitarias. La conformación de una red con todas aquellas instituciones y organizaciones que puedan cooperar de manera sustantiva en el desarrollo y consolidación de la Misión Sucre.
El desarrollo de currículos que contribuyan e impulsen el Proyecto de Desarrollo Nacional Endógeno y Sostenible también es esencial, pues se pretende propiciar un currículo abierto, flexible, dinámico e innovador que desarrolle e innove planes de estudio, metodologías y recursos para el aprendizaje.
Misión Sucre prevé implementar modalidades de formación como: la presencial, la semipresencial, la educación a distancia, la no convencional, y la acreditación de experiencias. En sí, se busca originar estrategias de transformación del Sistema de Educación Superior, con base en el Desarrollo Endógeno y Sostenible, que impacten en lo local, regional y nacional, a la vez que se corrijan las anomalías y desaciertos presentes en este sector educativo (admisión, sesgo social, deserción, calidad de enseñanza, entre otras).
Además, se plantea garantizar el acceso a los nuevos bachilleres que egresen de la Misión Ribas; promover la reflexión, discusión, concepción e implantación de un nuevo modelo educativo universitario y formar los ciudadanos profesionales requeridos para el desarrollo en los términos de la Carta Magna.
Entre los planes para lograr la incorporación definitiva a la educación superior se encuentra, la cuantificación y caracterización de la población de bachilleres que no han podido estudiar en la universidad.
Por otro lado, el diseño e implantación del Programa de Iniciación Universitaria (PIU) que favorece el tránsito de los bachilleres a la educación superior. El aumento de la matrícula en las instituciones universitarias. La conformación de una red con todas aquellas instituciones y organizaciones que puedan cooperar de manera sustantiva en el desarrollo y consolidación de la Misión Sucre.
El desarrollo de currículos que contribuyan e impulsen el Proyecto de Desarrollo Nacional Endógeno y Sostenible también es esencial, pues se pretende propiciar un currículo abierto, flexible, dinámico e innovador que desarrolle e innove planes de estudio, metodologías y recursos para el aprendizaje.
Misión Sucre prevé implementar modalidades de formación como: la presencial, la semipresencial, la educación a distancia, la no convencional, y la acreditación de experiencias. En sí, se busca originar estrategias de transformación del Sistema de Educación Superior, con base en el Desarrollo Endógeno y Sostenible, que impacten en lo local, regional y nacional, a la vez que se corrijan las anomalías y desaciertos presentes en este sector educativo (admisión, sesgo social, deserción, calidad de enseñanza, entre otras).
Antecedentes
Cuando un ser humano no puede estudiar, se consolida un círculo de exclusión y marginalidad que afecta no sólo al individuo sino también a las personas que los rodean, quienes a su vez reproducen estos síntomas en la sociedad.
En las últimas décadas del siglo pasado, el Estado fue reduciendo progresivamente sus responsabilidades en la educación y específicamente, en la educación superior. Desde 1989 hasta 1998, la inversión realizada en educación superior en Venezuela, fue descendente, por recortes presupuestarios en todos los sectores del ámbito social y, en especial, como una estrategia para construir la viabilidad del proyecto de privatización de la educación superior.
Como consecuencia se produjo una amplia deuda social acumulada, pues la matrícula universitaria sufrió un estancamiento, favoreciendo la exclusión de los estudiantes provenientes de los sectores más pobres.
Diversos estudios coinciden en afirmar que el ingreso a la educación superior favoreció a los sectores con mayores ingresos, a la población de las grandes ciudades y a los estudiantes de los colegios privados. A la vez, la educación superior de gestión oficial disminuyó sensiblemente su participación a favor de la educación de gestión privada.
Desde 1999, el Gobierno Bolivariano está fortaleciendo el sistema educativo venezolano y haciendo realidad el ejercicio de la educación como derecho humano, por tanto ha sido necesario rescatar la iniciativa del Estado como garante de oportunidades educativas de calidad para todos, tal y como lo señala el artículo 102 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Se ha revertido la tendencia de las últimas décadas a la disminución del presupuesto público dedicado a la educación, pasando del 3,2 % del PIB en 1998 al 4,6% en el año 2002, la cual es una proporción significativa en comparación con el conjunto de América Latina que destina en promedio 4,4% del PIB a la educación
En las últimas décadas del siglo pasado, el Estado fue reduciendo progresivamente sus responsabilidades en la educación y específicamente, en la educación superior. Desde 1989 hasta 1998, la inversión realizada en educación superior en Venezuela, fue descendente, por recortes presupuestarios en todos los sectores del ámbito social y, en especial, como una estrategia para construir la viabilidad del proyecto de privatización de la educación superior.
Como consecuencia se produjo una amplia deuda social acumulada, pues la matrícula universitaria sufrió un estancamiento, favoreciendo la exclusión de los estudiantes provenientes de los sectores más pobres.
Diversos estudios coinciden en afirmar que el ingreso a la educación superior favoreció a los sectores con mayores ingresos, a la población de las grandes ciudades y a los estudiantes de los colegios privados. A la vez, la educación superior de gestión oficial disminuyó sensiblemente su participación a favor de la educación de gestión privada.
Desde 1999, el Gobierno Bolivariano está fortaleciendo el sistema educativo venezolano y haciendo realidad el ejercicio de la educación como derecho humano, por tanto ha sido necesario rescatar la iniciativa del Estado como garante de oportunidades educativas de calidad para todos, tal y como lo señala el artículo 102 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Se ha revertido la tendencia de las últimas décadas a la disminución del presupuesto público dedicado a la educación, pasando del 3,2 % del PIB en 1998 al 4,6% en el año 2002, la cual es una proporción significativa en comparación con el conjunto de América Latina que destina en promedio 4,4% del PIB a la educación
mas sobre mision sucre aldea y mas asuntos de interes:
RESEÑA HISTÓRICA DE LA MISIÓN SUCRE
EDITADO ;: por osnehider jose izquierdo
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RESEÑA HISTÓRICA DE LA aldea paraparalEditar
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En las últimas décadas del siglo pasado el Estado Venezolano fue reduciendo progresivamente sus responsabilidades en materia educativa y específicamente en lo que se refiere al nivel de educación superior. De hecho, la inversión realizada en educación superior en Venezuela desde 1989 hasta 1998, evidenció una tendencia descendente, afectada por la propensión a realizar recortes presupuestarios en todos los sectores del ámbito social y, en especial, como una estrategia para construir la viabilidad del proyecto de privatización de la educación superior.
Esto trajo como consecuencia una amplia deuda social acumulada, pues la matrícula universitaria sufrió un estancamiento, favoreciendo la exclusión de los estudiantes provenientes de los sectores más pobres y beneficiando el ingreso a la educación superior a los sectores con mayores ingresos, a la población de las grandes ciudades y a los estudiantes provenientes de planteles privados, la composición social de los bachilleres que ingresaban a las universidades públicas se conformaban, cada vez más y en mayor medida, por ciudadanos provenientes de los sectores socioeconómicos medios y altos de la población, mientras que pocos de los bachilleres pertenecientes a los sectores menos favorecidos de la población logran integrarse al sistema de educación superior, los cupos universitarios estaban reservados para una minoría, para una elite que además está en contra de permitir el acceso del pueblo al conocimiento, de que los pobres atraviesen los umbrales de las universidades como estudiantes y como egresados, arguyendo que “la universidad no es para todos, porque no todo el mundo es apto para entrar a la universidad.
Tendencia que contraviene el sentido de promoción social que ha de tener la educación y que facilita el incremento de las brechas de inequidad que existen en nuestro tejido social.
A la par de este fenómeno, la educación superior de gestión oficial disminuyó sensiblemente su participación en favor de la educación de gestión privada. Aunque existía el marco legal que comprometía al Estado a proveer al pueblo soberano de enseñanza, siempre fue más conveniente silenciar, enterrar conciencias y reprimir cualquier pensamiento revolucionario.
El maestro Simón Rodríguez (Samuel Robinsón) decía sobre la educación: “está vinculada a la formación de virtudes sociales; amor a la patria, que es el bien común, y amor al trabajo productivo, entendido como actividad liberadora”.
En el pasado, el país no era un bien común; era propiedad de unos pocos, de los amos del valle que entendieron que la única manera de abusar de un pueblo era dejándolo ciego, excluyéndolo, anulando sus derechos y cerrando posibilidades para que adquieran herramientas para reclamar.
Sin embargo, las herramientas existían. La Constitución de 1961 declaraba en su artículo 55 que el Estado debía proveer los medios para que todos pudieran cumplir el deber de estudiar. En el artículo 78 asumía la responsabilidad de crear y mantener “escuelas, instituciones y servicios suficientemente dotados para asegurar el acceso a la educación y a la cultura, sin más limitaciones que las derivadas de la vocación y de las aptitudes”.
Según estas elites, muchas personas en Venezuela tenían vocación de pobres, y la gran mayoría era inepta para continuar sus estudios. Además los cargaron de culpa, señalándolos por no haber continuado sus estudios, por haber “desertado”; pero no reconocían que nadie aprende en circunstancias de pobreza, de hambre o de violencia; que la mayoría no deserta, ni abandona voluntariamente el saber.
La educación es un derecho humano y un deber social, obligatorio y gratuito, que a la vez constituye la raíz esencial de la democracia. Está orientada al desarrollo pleno de la personalidad para una existencia digna, que transcurra con una valoración ética del trabajo y con una conciencia de participación ciudadana en la toma de decisiones.
Pero para llevar este concepto a la realidad fue necesaria la presencia de un gobierno humanista, que no estuviera encabezado por empresarios o mercachifles de patrias; al contrario, que fuera consciente de las diferencias abismales entre las personas que comparten la nacionalidad venezolana y estuviera dispuesto a trabajar en ello.
Desde 1999 el Gobierno bolivariano de Venezuela embazado por el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías se ha convertido en garante de un Estado de derecho, de justicia, de equidad y de acceso real a los derechos de los más desfavorecidos (un proceso donde la demagogia queda en el pasado); por su continuidad, coherencia y objetivos finales.
En toda la historia de la democracia venezolana, los dirigentes arrojaban migajas al cerro para ganar el favor popular, para mantenerse en el poder. En el presente, es otro el interés del Gobierno bolivariano; se trata de refundar la República, de legar un país de iguales a los que vienen, de construir un nuevo modelo de sociedad, con ciudadanos y ciudadanas para la misma; y el único instrumento posible para llegar a tal fin es la educación concientizadora.
El sistema educativo venezolano transita un nuevo camino, necesario para la construcción de una nueva sociedad, de la República que nació en 1999, con una Constitución que revirtió las tendencias neoliberales y elitistas que reinaban en Venezuela; pero sobre todo, la nueva Carta Magna busca dejar en el pasado una enorme deuda social. La más grande deuda que contrajo el país petrolero no fue con el Fondo Monetario Internacional, ni con el Banco Mundial, ni con otros gobiernos del mundo; fue con su propio pueblo, sumiéndolo en la ignorancia como una víctima de la negligencia y del egoísmo del saber.
El Gobierno bolivariano está ofreciendo a los venezolanos y venezolanas las herramientas necesarias para que nunca más sean víctimas de un Estado que violente sus derechos, sus principios, sus esperanzas, su resistencia.
La educación es un derecho humano y un deber social, obligatorio y gratuito, que a la vez constituye la raíz esencial de la democracia.
Misión SucreEditar
El Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, denominado "Misión Sucre" nació como iniciativa del Gobierno Bolivariano, para garantizar el acceso a la educación universitaria a todos estos bachilleres sin cupo y de esta manera transformar su condición de excluidos del sistema de educación superior.
Comenzó formalmente con la realización de un censo nacional, el 21 de septiembre de 2003, que permitió conocer cuáles eran los bachilleres aspirantes, donde se ubican, sus preferencias en cuanto a carreras, el horario que disponen para dedicarse a sus estudios e información relacionada con su situación socioeconómica. De esta manera planificamos los esfuerzos concentrados a efectuar.
A estos estudiantes, sin embargo, se les presentó una limitante: no contaban con espacios suficientemente dotados para la consolidación de la Misión en sus localidades.
Muchos comenzaron utilizando las instalaciones de las escuelas y liceos, otros prestaban los espacios de sus propias casas y así iban avanzando. Con el incremento de la matricula surgió la necesidad de crear su propia sede.
Como parte de sus directrices fundamentales, la Misión Sucre aplica la municipalización de la educación superior, que se orienta hacia lo regional, hacia lo local; tomando como punto de referencia la cultura propia de las poblaciones con sus necesidades, problemáticas, acervos, exigencias y potencialidades. Se trata de propiciar estudios superiores con pertinencia social, con sentido común y propósito, inmersos en geografías concretas pero con visión global; comprometidos con el impulso y la promoción del desarrollo endógeno y sustentable de cada una de las regiones, de manera que los espacios educativos se expandan a todos los ámbitos de la vida social y no se restrinjan a las aulas.
Es así como surgen las Aldeas Universitarias, espacios alternativos, apropiadamente dotados para el mejor desarrollo de aptitudes, vocación y aspiraciones de los estudiantes de la Misión Sucre.
Esta misión nació con el objetivo de satisfacer las aspiraciones y necesidades de estudio de amplios sectores sociales que históricamente estuvieron excluidos de la educación universitaria.
Este plan educativo de carácter municipalizado se desarrolla en la actualidad con 24 Programas de Formación, que acreditan 14 instituciones universitarias, entre ellas, la Universidad Bolivariana de Venezuela (UVB), el Instituto Universitario de Tecnología Federico Rivero Palacio, el Colegio Universitario de Caracas y la Universidad Marítima del Caribe.
También el Colegio Universitario de Los Teques Cecilio Acosta, la Universidad Iberoamericana del Deporte y la Universidad Experimental Rómulo Gallegos, forman parte de la lista de instituciones que acreditan a los estudiantes que se gradúan bajo este programa de formación gubernamental.
Luego de siete años de haber sido creada, la Misión Sucre cuenta con resultados altamente satisfactorios, sin precedentes en la educación universitaria venezolana y mundial, de acuerdo los datos suministrados por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria.
Entre los principales logros, se destacan 571 mil 917 triunfadores en formación, 114 mil 418 becados, un voluntariado de 42 mil 639 personas, entre los que destacan coordinadores, profesores y personal operativo.
Otros indicadores que demuestran la fortaleza de la Misión Sucre desde su fundación son los 30.680 graduados en los periodos 2008-I y 2008-II, en los programas de Formación de Gestión Social para el Desarrollo Local, Gestión Ambiental, Comunicación Social, Administración, Informática, Educación y Producción Agroalimentaria.
A ello se suman un total de mil 515 Aldeas Universitarias o espacios educativos para la formación de los venezolanos que durante décadas fueron excluidos de la educación universitaria.
Triunfadores es el nombre con que se identifica a los estudiantes de la Misión Sucre, plan estratégico de educación universitaria que el gobierno nacional creó el 3 de noviembre de 2003, en honor al insigne militar venezolano y prócer de la independencia latinoamericana, Mariscal Antonio José de Sucre.
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